Es para nosotros un honor presentar este interesante documento. Se trata de un trocito de la historia del Espiritismo en nuestro país, uno de los muchos trabajos que se divulgaron en pleno auge del Espiritismo en España.

En esta época, que podemos calificar de gloriosa, España vivió un periodo en el que los idearios libertadores, los movimientos progresistas, las conquistas sociales, el auge de las ciencias, el progresivo abandono de las antiguas y dogmáticas ideas religiosas, etc., constituyó el caldo de cultivo ideal para que el Espiritismo, con sus luces, calara en todas las capas sociales. Políticos, intelectuales, militares, nobles, científicos, pero también hombres y mujeres pertenecientes a la clase obrera en auge, enseguida se vieron atraídos para esta nueva idea libertadora que se les presentaba.

Las reuniones espíritas se multiplicaron por doquier en poco tiempo y no había una ciudad que no contara con una sociedad espírita. Según las palabras de nuestra querida Amalia Domingo Soler, había más de 200 centros espíritas conocidos por entonces, sin contar con los innumerables núcleos familiares, muchos de ellos fundados por insignes médicos, políticos, militares…

Fue así, que comenzaron a aparecer publicaciones, periódicos, folletos, se ofrecían charlas públicas, se escribían magníficos artículos, se mantenían interesantísimos debates en espacios públicos, como el Ateneo de Madrid, pero, además, se llevaba el Espiritismo a las fábricas, a las prisiones e incluso, como sucedió durante la I República, en la primera legislatura de las Cortes Constituyentes de la República Española, se presentó, de parte de seis diputados (José Navarrete, Anastasio García López, Luís F. Benítez de Lugo, Manuel Corchado, Mamés Redondeo Franco) una enmienda al proyecto de ley de educación, con el objeto de incluir la doctrina espírita como materia obligatoria en la Segunda Enseñanza, siendo presidente del Congreso, D. Emilio Castelar. Sin embargo, este proyecto nunca vería la luz a causa del pronunciamiento militar del General Martínez Campos, que puso fin a la República instaurando la Monarquía.

Es en este contexto en que el Espiritismo alcanza su cenit presentándose como alternativa a las diversas problemáticas sociales. 

Así, aparecen sencillas publicaciones, como la que presentamos en este artículo, una hoja volandera, tal y como se conocían popularmente en aquella época, que solían recoger textos de discursos y disertaciones, declaraciones e, incluso, como es el caso, comunicaciones mediúmnicas, que por su relevancia merecieron ser impresas.

Atribuidas a los Espíritus Marieta y Cervantes, dichas comunicaciones fueron recibidas por el conocido médium Daniel Suárez Artazu, en la sociedad Progreso Espiritista de Zaragoza, una de las más importantes de aquella época. La primera edición fue editada por la misma Sociedad en la Editorial Juan Torrens de Barcelona.

Daniel Suárez Artazu, un extraordinario médium mecánico, era de origen gallego y formó parte de la Sociedad Progreso Espiritista de Zaragoza, desde el año 1868.  Dicha Sociedad estuvo dirigida por D. Joaquín Bassols y Marañosa, quien fue diputado por Lleida, Capitán General de Cataluña y Ministro de la Guerra, durante el reinado de Amadeo I.

Más tarde, Daniel Suárez Artazu,  marchó a Madrid, y junto con otros miembros formó parte de la Sociedad Espiritista Española, fundada por Alverico Perón y cuya vicepresidencia ostentaba el Vizconde Antonio Torres Solanot y Casas.

Es entonces cuando ve la luz la revista El Criterio, cuyo primer director fue Joaquín Huelves Temprado. Más tarde, dicha publicación pasó a llamarse El Criterio Espiritista, para convertirse finalmente en La Fraternidad en 1893 o 1894.

Las Obras recibidas por su intermedio son:  Marietta y Estrella. Página de dos existencias, folleto mediúmnico por el espíritu Cervantes (Zaragoza, 1872) y Ventajas del espiritismo, folleto mediúmnico dictado por los espíritus de Marietta y Cervantes (Barcelona, 1873).

En cuanto al objeto de nuestro artículo merece la pena una lectura detenida y detallada porque su contenido está más vigente que nunca. 

Es pues, como hemos enunciado al principio, un placer presentar a nuestros lectores un breve extracto de este documento que obra en nuestro poder y que se corresponde a una segunda edición publicada en 1900 por la editorial Maucci, también de Barcelona.

I

"En el infinito lleno de materia y espíritu, nada muere.

Lo que en la encarnación llamáis muerte en la materia, no es más que la descomposición de un Ser perfecto, para perfeccionarse más

Lo que en la erraticidad llamamos muerte, en el espíritu no es más que su inmersión en la materia para depurarse mejor.”

“La materia y el espíritu se necesitan, se buscan, se combinan, salen de sí mismos, y se separan para buscar sus centros y llegar a ellos más depurados, más perfectos.”

A tal idea de Dios, tal culto y tal religión.”

II

“El Espiritismo tiende a enseñar el cielo del espíritu con su luz esencial, que es la inteligencia, como Ia luz esencial de la materia os enseña el cielo material que os cubre.

Por eso eI Espiritismo es luz. Luz que ilumina un cielo, en el que por mucho que se remonte el pensamiento, siempre encontrará cielo eternamente encima y abajo eternamente cielo.”

“Tenéis inteligencia, es decir, luz; aplicadla y veréis.”

III

“Todas las religiones han creído decir su última y primera palabra; el Espiritismo dijo su primera y sabe que jamás dirá la última.

Muchas religiones castigan la materia como despreciable; el Espiritismo enseña a conservarla como cosa digna.

Muchas religiones, con la ciencia riñen; el Espiritismo se asienta en ella.”

“Para escuchar la verdad que entrañan muchas religiones, es necesario inclinar la frente y cegar la razón; para escuchar las verdades del Espiritismo, es necesario mirar al cielo y desplegar la inteligencia.

Muchas religiones hablan; el Espiritismo hace hablar.”

IV

“Todo lo que decir pudiera, que es mucho, os lo dirá la ciencia, que busca la verdad en todas sus manifestaciones.”

 MARIETTA.

I

El hombre ve más allá del mundo que habita, millones de mundos, cuyos movimientos, revoluciones y leyes que los rigen estudia, y observa la gran armonía y la Influencia que con el suyo tienen. El hombre ve en el espacio un más allá grande, inmenso, y presiente un más allá más gigantesco e inconmensurable, y de más allá en más allá, presiente el infinito”. 

“El hombre se ve obligado a marchar hacia ese más allá; impulsado con la fuerza de su inteligencia, hacia lo grande; con la medida de su razón, hacia lo exacto; y hacia lo bello, con los movimientos de su corazón.”

II

“El Espiritismo presiente a Dios, en el pasado, entre una obra sin principio, y en el porvenir, cada vez a mayor distancia, sobre lo más grande, más bello y más verdadero.”

“El Espiritismo describe el pasado, por lo que ve con la inteligencia; toca el presente, por lo que alcanza con la razón, y sabe el objeto del porvenir, por lo que siente con el corazón.”

“La inteligencia, sin la razón, se pierde; sin el sentimiento, se fatiga; la razón, sin la inteligencia, se tuerce; sin el sentimiento, desvaría; el sentimiento, sin la inteligencia, se confunde; sin la razón, se precipita.”

III

El Espiritismo es la continuación del principio que al más allá conduce.

CERVANTES.


BIBLIOGRAFÍA

  • http://www.filosofia.org/aut/mmb/hfe1714.htm
  • Serie histórica del Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados (Legislatura 1873-1874. Apéndice noveno al Nº 76).
  • Puedes descargar el documento original Aquí
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