Resumen: Saber y conocer cuáles son los signos que pueden indicarnos que poseemos dicha facultad.
Nos enfrentamos aquí a una de las preguntas que con más frecuencia nos son presentadas por aquellos que refieren y narran distintos acontecimientos que suceden en lo cotidiano de su día a día.
Como bien explicamos con anterioridad, la mediumnidad es una facultad inherente al espíritu humano, aunque de características espirituales.
Según las palabras de Kardec, el noble codificador de la Doctrina Espírita, todos somos médiums, pues hay continua interacción entre los dos planos (material y espiritual). Pero el grado de intensidad de la comunicación entre encarnados (llamados vivos) y desencarnados (llamados muertos) es diferente para cada persona.
Entonces, ¿qué queremos decir con mediumnidad ostensible? –Aquella que provoca, que produce fenómenos patentes, comprobables, es decir, la que permite identificar la existencia del contacto. La fenomenología, además, se produce de manera () sea la persona consciente o no.
Esta explicación puede suscitar algunas dudas. Vamos a intentar recoger las más comunes, aquellas que con mayor frecuencia nos son presentadas por las personas que refieren vivir estos fenómenos y quieren saber si son médiums.
Un buen día pude ver con claridad y reconocer la presencia de un espíritu familiar, ¿soy médium?
Si esa visión de los espíritus no es habitual, no es común, estaríamos hablando de un episodio esporádico, pero no por ello carente de importancia, puesto que nos revelaría la continuidad de la vida más allá del fenómeno biológico de la muerte y la presencia e influencia de los espíritus en nuestras vidas. Si bien se trata de un fenómeno mediúmnico, sin embargo, no estaríamos ante una mediumnidad propiamente dicha.
En este sentido sería lo mismo para aquellos que refieren episodios esporádicos de cualquier otro tipo: golpes, susurros, premoniciones, sueños, etc.
A menudo tengo la impresión de estar rodeado de personas. Noto alteraciones en la respiración, sensaciones de frio, calor, escalofríos, palpitaciones, malestar, etc. ¿Pueden ser estos signos de poseer alguna facultad mediumnica?
Descartando cualquier otro tipo de alteración fisiológica o patología capaz de producir estos síntomas, podemos afirmar que estaremos casi con seguridad ante un claro indicio de mediumnidad.
Tengo ruidos indefinidos y molestias en los oídos, ¿puede tratarse de algún tipo de mediumnidad auditiva incipiente?
La respuesta en este caso pasaría por descartar cualquier enfermedad o alteración física. En princio no podemos decir que estemos ante mediumnidad alguna.
A menudo escucho voces en mi cabeza que intervienen en conversaciones que mantengo con otras personas. A veces, se dirigen a mi dándome orientaciones o consejos. En otros casos escucho insultos, ordenes, amenazas u obscenidades. ¿qué puede estar pasando?
Esta es una pregunta muy común de las que se nos hacen llegar. Tenemos por costumbre ser muy prudentes en nuestras respuestas porque hay muchas dolencias psiquiátricas que refieren estas sintomatologías y que nada tienen que ver con la mediumnidad. No obstante, una vez descartadas algunas de estas cuestiones, podemos decir que estaremos ante alguno de los tipos de mediumnidad más frecuentes.
Delante de ciertas personas siento malestar, incluso hasta el punto de sentirme mal realmente. Además, soy muy sensible a los cambios y a menudo me dejo invadir por los estados de ánimo de otros, incluso de los ambientes y lugares que frecuento.
Esta sería también una de las cuestiones más frecuentes que podemos escuchar y que nos indican que la persona o personas que refieren estos episodios son altamente sensibles, lo que nos indicaría una mediumnidad en ciernes.
Para terminar, y conscientes de que dejamos muchas cuestiones en el aire, que esperamos ir resolviendo poco a poco, diremos que, otras manifestaciones de esta facultad, más o menos evidentes, serían la aparición de las llamadas “enfermedades fantasmas”, ganas irreprimibles de escribir, constantes visiones de acontecimientos futuros o pasados relacionados con algo o con alguien, informaciones que nos pueden transmitir objetos, lugares, etc. y un sin fin de fenomenología de diverso tipo que iremos desvelando a lo largo del tiempo.
Bibliografía:
Allan Kardec, El Libro de los Mediums